chica joven haciendo trekking en la montaña

Viaja responsable-mente

 

 

Viajar es una de las actividades más gratificantes que podemos hacer en nuestra vida; nos permite conocer nuevos lugares, personas, culturas y vivir experiencias inolvidables. Sin embargo, debemos ser conscientes de que nuestras acciones como viajeros tienen un impacto directo en el entorno y en las comunidades locales que visitamos. Para nosotros, convertirnos en viajeros y explorers cada vez más responsables, es una aspiración y una motivación. 

Así que hoy queremos hablarte del turismo responsable y mostrarte algunas buenas prácticas que también te convertirán en un viajero cada vez más comprometido. Es muy posible que, sin ser consciente, en algunos de tus viajes ya hayas realizado y fomentado algunas de las acciones que te compartiremos a continuación. 

También queremos que sepas que cierta información incluida en este post, se recoge en el Manifiesto del Viajero Responsable (elaborado conjuntamente por la Fundación InterMundial y el Instituto de Turismo Responsable). 

¡Así que vamos allá! Si consigues tener presentes algunos de los puntos que aquí te mostraremos, estamos convencidos de que podrás asumir ciertas responsabilidades de forma cada vez más natural y automática. Y no lo olvides, siempre con SOFROSINE®


1. Sé consciente de los riesgos que supone viajar y toma las precauciones necesarias

Es muy importante que cuando estés organizando tu viaje te informes de las características del destino y tomes las medidas necesarias para tener al día toda la documentación, seguros de viaje o vacunas que te puedan pedir. Vigila los productos que consumes y su procedencia para evitar problemas de salud, sobre todo los relacionados con las alergias o intolerancias. Cumplir con la legislación del lugar que nos acoge por unos días es otra de las condiciones básicas para ser un viajero responsable. Es fundamental que siempre te asegures de seguir las leyes y normativas nacionales, así como cualquier recomendación por parte de las autoridades (sobre todo en caso de emergencias).
 

2. Fomenta el desarrollo local del destino consumiendo productos y servicios locales

Aunque eso es parte de la magia de viajar, aún hay muchas personas que no acostumbran a contribuir con la economía local. En la medida de lo posible, debemos apoyar y fomentar el esfuerzo de aquellas empresas que construyen economías basadas en los productos de la localidad o la comarca. Sería muy beneficioso, que te acostumbraras a consumir sus productos y bienes y que contrataras servicios locales. Tener curiosidad para conocer cómo viven en el destino turístico elegido, probar los productos de la tierra y saber de dónde vienen o cómo se trabaja, son formas de apoyar el desarrollo local y contribuir a que esos beneficios sean repartidos de modo que se favorezca a los grupos más vulnerables. Además, compra solamente lo que realmente necesites y hazlo a un precio justo para no desestabilizar la economía local ni las condiciones de vida de sus propietarios o empleados. Siempre que puedas, intenta verificar que los productos, servicios o experiencias que consumes se hayan producido en condiciones laborales dignas y justas que integren a la población local o en riesgo de exclusión social, que eviten la explotación sexual o infantil, la insalubridad... Trata con respeto a todos los trabajadores, tanto los de las empresas del destino como los de tu propia comunidad.
 

3. Respeta los valores y tradiciones de tu comunidad de acogida

Investiga sobre los aspectos culturales del destino que visitas (costumbres, gastronomía, idiomas o dialectos, tradiciones, patrimonio…). Haz por conocer sus normas sociales para evitar comportamientos que puedan resultar ofensivos o humillantes para tu comunidad de acogida. Muéstrate tolerante respetando las diferencias y el derecho de otros a ser diferentes. Del mismo modo, puedes crear oportunidades de aprendizaje mutuo con los locales y otros viajeros. Respeta el patrimonio artístico y arqueológico y las demás culturas y lugares de culto. Pide permiso antes de tomar fotos a alguien. Sé considerado con la población local, favoreciendo la eliminación de barreras que limiten la integración de las personas por motivos de género, origen, religión, orientación sexual, situación económica u otra condición. ¿Cómo? Evitando lenguajes sexistas, comentarios ofensivos o el uso de etiquetas que contribuyan a estereotipar negativamente a estos colectivos. Asimismo, facilita el acceso y la igualdad de oportunidades a quienes tengan necesidades diferentes en cuestiones de movilidad y comunicación, respetando los espacios o servicios destinados para su uso. Resulta muy gratificante y enriquecedor buscar el encuentro amistoso y mostrar consideración hacia los valores tradicionales del destino escogido. Compartir contribuye al entendimiento y a la tolerancia intercultural.

 

primer plano de niñas y niños asiáticos sonriendo


 

4. Respeta la naturaleza de la zona

Contribuye a la conservación, protección y regeneración de los ecosistemas del destino. Intenta disfrutar solo de productos, servicios y experiencias que garanticen la explotación sostenible de los recursos acuáticos y terrestres del destino y que respeten el hábitat natural de la fauna y flora, evitando el maltrato animal o la destrucción del entorno. Para ello, siempre es recomendable que te informes y asesores previamente, tanto de fuentes oficiales como de experiencias de otros viajeros. Evita la generación de residuos y siempre que sea posible, colabora con las actividades de saneamiento y limpieza promovidas en el destino. Compórtate de manera considerada con la flora y la fauna que encuentres en tus viajes. Protege la naturaleza con pequeñas acciones: no dejes desperdicios (y, si puedes, recoge los que otros hayan dejado), utiliza bolsas de tela en vez de plástico y no grites o enturbies el hábitat de los seres vivos del lugar. Disfruta con respeto de todo lo que nuestro bello planeta nos ofrece. Te animamos a escuchar, oler y tocar la naturaleza con sensibilidad.
 

5. Consume de forma responsable y participa en la gestión sostenible de los recursos

Elige productos, servicios o experiencias que garanticen la gestión y el uso inteligente y eficiente de los recursos hídricos y energéticos, consumiendo los que generen menor impacto medioambiental y puedan ser reciclables o reutilizables. No derroches agua y en la medida de lo posible, minimiza tu huella de carbono utilizando transportes con reducidas o nulas emisiones contaminantes. Andar o utilizar bicicleta son bien TOP, y si no, recuerda que puedes usar transporte público o compartido cuando sea posible. Minimiza la gestión de residuos. Intenta generar la mínima basura y recicla. Si no hay papeleras o contenedores para tirar la basura, métela en una bolsa y deposítala después en un sitio donde los haya. Puedes llevar una botella de agua reutilizable, no pedir pajitas de plástico con las bebidas e intentar usar bolsas de tela. Además, conviene saber que las cremas solares son contaminantes y afectan a la vida acuática. Por eso es preferible comprar protectores ecológicos, responsables con el medioambiente. Recuerda no derrochar energía innecesariamente. Procura no dejar luces encendidas o utilizarlas cuando no sean necesarias; emplea la energía eléctrica con moderación y aprovecha la luz natural. En el hotel o cualquier alojamiento al que vayas en tus viajes trata de reutilizar, si es posible, toallas y sabanas; así ahorrarás agua y electricidad. Desconecta todos los aparatos eléctricos que no estés usando (luces rojas de encendido de los televisores, cargadores, lámparas y otros aparatos eléctricos). Son todos estos pequeños gestos los que ayudan a crear un planeta más sostenible.
 

6. Respeta el patrimonio artístico, arqueológico y cultural

Presta especial atención en reconocer cómo está gestionado el destino y las infraestructuras que lo componen (edificios, transportes, viviendas, espacios públicos…) para que tu visita no suponga una alteración en la vida local. Además, contribuye a la conservación de los atractivos turísticos, respetando las normas y los accesos diseñados para su preservación y protección. No te lleves nunca ningún elemento de las construcciones que visitas, no toques o te apoyes en columnas, fuentes o paredes, no te saltes las normas en cuanto al uso de fotografías que puedan alterar los materiales de los monumentos que acudes a conocer. Si hay un recorrido trazado, síguelo y no te salgas de él. Cuida el patrimonio, no lo ensucies. Compra las entradas de tus visitas a lugares de interés en organismos oficiales, para que el dinero llegue a las instituciones que contribuyen a su mantenimiento. Recuerda siempre la importancia de cuidar de un patrimonio que es de todos para que perdure en el futuro. Como bien dicen, "no dejes otra huella que la de tu zapato".
 

7. Prioriza alojamientos sostenibles

Prioriza aquellos productos, servicios o experiencias que incorporen nuevas tecnologías y métodos innovadores que contribuyen a la sostenibilidad del destino a través del ahorro o mejor uso de los recursos, la información o la capacidad de comunicación. Escoge servicios que ofrezcan calidad y respeto al medioambiente. Existen alojamientos considerados sostenibles, lo que supone que cumplen los siguientes requisitos: tienen en cuenta el entorno natural y la cultura de la zona, están en sintonía con el medio, apoyan a los comercios locales y sus servicios, promueven una alimentación ecológica, utilizan energías renovables, recurren a toallas, sábanas y otros elementos elaborados con materiales de origen orgánico, explican a los niños los valores que ofrece un alojamiento sostenible...

  

vendedor de comestibles local encima de una barca

 

 

8. ¡Comparte el mensaje!

Apoya las iniciativas y programas que fomenten el intercambio de experiencias y prácticas que favorezcan la paz; participando activamente en las redes, asociaciones, actividades y alianzas que promuevan el desarrollo sostenible. ¡Puedes compartir este mismo post o descargarte directamente el Manifiesto del Viajero Responsable para sumarte a la causa y promover tu compromiso con los demás! 

En definitiva, el turismo responsable es aquel que tiene por objetivo minimizar los impactos negativos en el ecosistema, economía, sociedad y cultura del destino turístico. Y aunque todo ello no concierne solamente al viajero (implica también a los negocios o instituciones que promueven los servicios turísticos), en este post nos hemos centrado en ti, explorer. Porque en realidad, viajar empieza y termina en nuestra voluntad personal de hacerlo, y por ello es fundamental que esta responsabilidad comience en nuestra propia persona.

Poner esfuerzo en aquello que "sí" podemos controlar directamente tiene sentido, ¿verdad? 

En resumen, si todos ponemos nuestro granito de arena, podemos contribuir a un turismo más justo y sostenible, beneficiando tanto a las comunidades locales como al medio ambiente. ¡Sé parte del cambio positivo en el turismo!

 

Are you ready?

 

 

   

Imágenes de los artistas; 1) Kalen Emsley, @kalenemsley, 2) Tbel Abuseridze, @tbelabuseridze y 3) Norbert Braun

 

 

 

 

 

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